Gromitillo no ha pegado ojo en toda la noche. Después de cenar, se apostó en la ventana y se puso a esperar.
No es Gromitillo un perrillo de mucha acción. Pero lo que le gusta aún menos son las visitas inesperadas. Y eso que la de anoche no era precisamente eso. Se sabía de sobra que iba a intentar venir. A pesar de las últimas escabechinas preparadas por el perro en los últimos años, el gordito de rojo no se cansa y este año volvió a aparecer.
El perrillo no tuvo piedad. En cuanto le vio aparecer por la escalera de cuerda, sacó su cuchillo de mano (el de cocina es bastante más grande aún) y sin mediar palabra cortó la escalera. Vivimos en un sexto piso. Más de un chaval hoy se habrá levantado esperando encontrar algo en su calcetín que… Estaba vacío.
Siempre me lo ha dicho cuando se acercan estos días. Cuando ve a tanta gente por la calle, con los gorritos, los disfraces, haciendo cola para hablar con Papa Noel. A pesar de malas experiencias pasadas, Gromitillo es fiel: “yo soy de los Reyes Magos. Lo demás, son tonterías”.
Ciudad Sin Ley
Dí que sí. RR.MM. power!!
CAMELLOS MAGOS!!
Pues yo ya tengo mis regalos y vosotros no, chincharabincha!!!
Estoy contigo: Reyes Magos forever. El gordo asqueroso me cae hasta mal…
Por cierto, me ha encantado tu mail navideno, me he reido un rato xD
Y ya no queda «nada»para mi cumple… ve preparando el protector solar 😛
Mua!
aqui llego antes de eso jajaja
XDDDDDD Mira, por lo menos al caer no se notarían las manchas de sangre en la ropa XD